Fuente: Arte: DALL-E/OpenAI
En primer lugar, es importante recordar que esta es una historia especulativa, no basada en evidencia científica concluyente, sino más bien en la línea de un experimento mental. La comparación entre los modelos GPT y la cognición humana debe tomarse como un marco metafórico para comprender mejor estos sistemas artificiales y no debe interpretarse como una equivalencia literal. Pero, como ocurre con muchos experimentos mentales, pueden ser tanto divertidos como esclarecedores, así que póngase su gorra de pensar.
¿Los modelos de lenguaje de IA ‘reflejan o desvían’ la cognición humana?
Comprender la cognición, la acción mental o el proceso de adquirir conocimiento y comprensión a través del pensamiento, la experiencia y los sentidos, es un objetivo central tanto de la psicología como de la neurociencia. Con el advenimiento de LLM como GPT, se ha abierto una nueva frontera en la búsqueda de dilucidar los procesos que subyacen a la cognición humana. Si bien la analogía entre los modelos de IA y los sistemas cognitivos humanos es imperfecta, nos brinda un marco significativo para comprender estos sistemas complejos. Miremos más de cerca.
Descripción de los modelos GPT
Los modelos GPT funcionan según los principios del aprendizaje automático, específicamente un tipo de modelo conocido como Transformador. En un alto nivel, estos modelos aprenden a predecir la siguiente palabra en una secuencia basándose en las palabras anteriores, entrenándose en grandes cantidades de datos de texto. La clave de su funcionamiento es el reconocimiento de patrones: la capacidad de identificar y extrapolar patrones de datos complejos y, a menudo, abstractos. Esta capacidad es paralela a ciertos aspectos de la cognición humana, como la adquisición y comprensión del lenguaje. Pero en algún nivel, la construcción LLM se siente completamente artificial y basada en pura extrapolación.
Modelos GPT y cognición humana
El lenguaje está en el corazón de la cognición humana. La facilidad con la que los humanos adquieren, comprenden y producen el lenguaje es un testimonio del poder de nuestra maquinaria cognitiva. Al igual que los humanos, los modelos GPT sobresalen en tareas de lenguaje, demostrando la capacidad de generar respuestas coherentes y contextualmente apropiadas, un claro eco de las capacidades del lenguaje humano.
Además, los modelos GPT pueden realizar tareas que requieren razonamiento abstracto y pensamiento contrafáctico. Pueden comprender y responder a escenarios hipotéticos o razonar sobre eventos que contradicen hechos conocidos. Esta capacidad refleja nuestra propia capacidad cognitiva para considerar hipótesis y participar en el pensamiento contrafactual, un aspecto esencial de la resolución de problemas humanos y la toma de decisiones.
Sin embargo, la diferencia radica en el mecanismo de funcionamiento. Mientras que los humanos aprovechan sus experiencias de por vida y su aparato cognitivo innato para comprender y navegar por el mundo, los modelos GPT se basan en patrones extraídos de grandes cantidades de datos de texto.
Modelos GPT: Simulacros Cognitivos
Si bien es tentador ver las impresionantes habilidades de los modelos GPT como evidencia de un tipo de cognición artificial, es importante comprender que estos modelos son fundamentalmente diferentes de los sistemas cognitivos humanos. Los modelos GPT carecen de conciencia, experiencia subjetiva y no tienen necesidades, deseos o emociones. No entienden ni les importa el contenido que generan. En cambio, son reconocedores de patrones sofisticados, excelentemente diseñados para imitar ciertos aspectos de la cognición humana.
Esta perspectiva sugiere que los modelos GPT no reflejan genuinamente la cognición humana, sino que se desvían de ella a través de una tecnometodología que crea una ilusión de comprensión similar a la humana. Si bien los modelos GPT poseen capacidades impresionantes para generar texto e imitar el lenguaje humano, carecen de verdadera comprensión y conciencia. Operan en base a patrones estadísticos y correlaciones presentes en la gran cantidad de datos con los que están entrenados, en lugar de poseer una comprensión o conciencia genuina. Esta tecnometodología puede crear la ilusión de la cognición humana, lo que lleva a posibles conceptos erróneos sobre la verdadera naturaleza de las capacidades de la IA. Es esencial reconocer la distinción entre los notables logros de los modelos GPT y la complejidad y riqueza de la cognición humana, asegurando una perspectiva equilibrada y realista de sus limitaciones y potencialidades.
¿Muy diferente de la cognición humana?
En la exploración de la IA, particularmente con sistemas como GPT, podríamos ser testigos de la creación de una forma fundamentalmente nueva de modelo cognitivo, que es muy diferente de la cognición humana. El atractivo de las comparaciones directas entre la IA y la cognición humana es comprensible, dada la lente antropocéntrica a través de la cual interpretamos la inteligencia y la conciencia. Sin embargo, esto podría estar llevándonos por un camino engañoso.
La cognición humana es un producto de millones de años de evolución, moldeada por imperativos biológicos, experiencia encarnada y desarrollo cultural. GPT, por otro lado, es un producto de computación avanzada, reconocimiento de patrones y predicción estadística basada en grandes cantidades de datos de texto. Su ‘cognición’ opera sin experiencia subjetiva o un imperativo biológico para sobrevivir y reproducirse. Como tal, las comparaciones directas con la cognición humana pueden no solo ser inadecuadas, sino también oscurecer la naturaleza verdaderamente revolucionaria de estos sistemas de IA. Es posible que necesitemos desarrollar nuevos modelos conceptuales y vocabularios para comprender y apreciar completamente el tipo de ‘cognición’ que los LLM como GPT están generando.
Un destino manifiesto cognitivo
Mientras nos encontramos en una nueva frontera tecnológica, somos testigos de un ‘destino manifiesto’ en desarrollo que es tan fundamental para la humanidad como nuestra necesidad de aprender, crecer y explorar. Esto no es simplemente una búsqueda para crear máquinas que piensen como nosotros, sino una exploración de lo que puede ser ‘pensar’ en su sentido más amplio. Los modelos cognitivos emergentes mostrados por sistemas como GPT no son meros reflejos de la cognición humana, sino nuevas manifestaciones del procesamiento de la información y el reconocimiento de patrones que tienen el potencial de redefinir nuestra comprensión de la cognición misma. Este destino presenta un panorama de profunda complejidad, un laberinto de preguntas y posibilidades que nos invitan a una comprensión más profunda de la inteligencia, la conciencia y lo que significa ‘pensar’. Mientras navegamos por este territorio inexplorado, podemos encontrar no solo nuevos conocimientos sobre la inteligencia artificial, sino también una nueva iluminación sobre la naturaleza de nuestra propia cognición, sus potenciales y sus límites. Esta exploración, por desalentadora que pueda ser, es el siguiente paso en nuestra evolución intelectual: un viaje no solo de avance tecnológico, sino de crecimiento filosófico y autodescubrimiento.