Mejoras operativas
IoT en el cuidado de la salud puede optimizar drásticamente el flujo de trabajo y la dotación de personal. Incluso una solución básica de IoT puede recopilar y reunir datos tales como la ubicación y experiencia del personal, la agudeza y ubicación del paciente, y la disponibilidad y ubicación de equipos críticos de diagnóstico y tratamiento. Una vez modelados, estos datos pueden ayudar a los gerentes de personal a mejorar los flujos de trabajo y tomar mejores decisiones de personal y programación. Los datos también se pueden usar para comprender el movimiento de personas y activos, y para predecir dónde se necesitará más personal y equipo al día siguiente o en las próximas semanas. Idealmente, los establecimientos de salud podrán pasar a esquemas de asignación de recursos y programación dinámicos y según demanda. Esto garantizaría que las personas adecuadas se asignen a los lugares correctos para brindar una atención de calidad de manera eficiente y al mismo tiempo mejorar la moral del personal y la satisfacción del paciente.
Usando IoT en el cuidado de la salud, finalmente podemos comenzar a abordar el problema crítico de la fatiga de alerta en la prestación de atención clínica. Esto ocurre cuando los proveedores de atención reciben demasiadas alertas clínicas, y hasta el 99 por ciento de ellas son falsas alarmas. La fatiga de alerta es directamente responsable del creciente número de lesiones y muertes de pacientes.1
Con IoT en el cuidado de la salud, hay muchas formas de mejorar la atención y la seguridad del paciente. Por ejemplo, los hospitales pueden usar dispositivos de monitoreo conectados e inteligentes que están vinculados a los registros de los pacientes, los sistemas de farmacia, la ubicación de las habitaciones, los horarios del personal de enfermería y más. Los sensores de estos dispositivos inteligentes recopilan datos, que se integran con otros dispositivos médicos y datos del sistema y luego se analizan para determinar si activar una alarma silenciosa para un evento no crítico o una alarma audible para un evento crítico para la vida. De esta manera, IoT aumentará la confianza en las alarmas, reducirá la carga de trabajo e impulsará acciones oportunas, manteniendo a los pacientes más seguros.
Mejoras clínicas
Quizás las mayores oportunidades para IoT en el cuidado de la salud se encuentran en ayudar a los médicos a realizar diagnósticos más rápidos y precisos y planes de tratamiento personalizados más precisos. Estas capacidades pueden mejorar los resultados, reducir los costos y, en última instancia, proporcionar un mayor acceso a una atención de alta calidad para más personas en todo el mundo. IoT en las tecnologías de atención médica puede integrar y analizar diversos tipos de datos relevantes para el diagnóstico y trasladarlos a sistemas de apoyo a la toma de decisiones clínicas. Los proveedores de atención médica que utilicen estos sistemas tendrán una imagen más completa de la salud de cada paciente, así como las herramientas para hacer recomendaciones de tratamiento más rápidas y precisas. Estas oportunidades ya se están materializando en el diagnóstico y tratamiento de la sepsis, donde la velocidad y la precisión son fundamentales para salvar la vida de los pacientes.
IoT en el cuidado de la salud: mejores resultados para los pacientes, menor costo
Todos estos son ejemplos de cómo IoT en el cuidado de la salud nos permite recopilar datos granulares de pacientes a frecuencias que antes eran inimaginables, no solo cuando las personas están enfermas o en un hospital, sino también donde viven y trabajan. Estos datos se pueden combinar con datos de comportamiento, fisiológicos, bioquímicos, genéticos, genómicos y epigenéticos y más. El volumen y el alcance de los datos permitirán desarrollar modelos de diagnóstico y terapéuticos potentes de aprendizaje y adaptativos. Con el tiempo, estos algoritmos podrán detectar patrones y relaciones nuevos, previamente ocultos o desconocidos, entre datos, diagnósticos, tratamientos y resultados de los pacientes. El resultado serán sistemas expertos de próxima generación que eventualmente desarrollarán un nivel de autonomía en el diagnóstico y tratamiento. Pronto, los veremos asistiendo de manera rutinaria a médicos y enfermeras practicantes, ayudándolos a brindar atención de alta calidad y lograr mejores resultados para los pacientes a un costo menor.