En la sociedad posmoderna, el pensar se está desvaneciendo en el vértigo del vacío de la realidad digital que llena la rutina de hacer todos los días lo mismo: conectarnos a las redes sociales digitales y navegar por los caudalosos e infinitos mares de información e imágenes, efímeras y volátiles, que vemos y olvidamos.
Estamos dejando de pensar y vivir —o tal vez nunca lo hemos hecho—, esperando que otros lo hagan por nosotros. Así transcurre la existencia: en la cosificación y resignación. La existencia en la posmodernidad es cada vez más compleja e incierta. Se está perdiendo la capacidad de pensar, anhelar, reflexionar; darle contenido y rumbo a la vida. Estamos atrapados en el mundo virtual; las redes sociales digitales consumen la energia. La constelación infinita de imágenes e información nos abruma y nos aleja de la comprensión de los problemas y dilemas de la vida, uniforman las formas de ser y estar en el mundo global.
Lo visual y digital avasallan e inhiben al pensamiento, lo subsume y confinan a la realidad virtual; la subjetividad se desvanece y permite el consumo frenético y excitante de plataformas y dispositivos electrónicos.
La tecnologia nos esta abrumado
En los tiempos recientes está emergiendo con mucha potencia, la aplicación de la inteligencia artificial (IA), en diferentes alrededores de la sociedad; algunos interrogantes que afloran son: ¿Podrá sustituir al homo sapiens? ¿Podrá el chatbot ser más inteligente que los humanos? ¿Qué desafíos plantea a la educación, estructura productiva y laboral?
Reflexionar sobre estos y otros desafíos e impactos de la inteligencia artificial en los entornos laborales, sociales y educativos, así como de su dimensión ética, es imperativo impostergable, en tanto plantea importantes problemas para el presente y futuro de la humanidad.
El campo del conocimiento de la inteligencia artificial no es nuevo, se remonta a los años cincuenta del siglo pasado. Sus precursores, entre otros, son Alan Turing, Herbert Simón y Marvin Minsky. Sin embargo, en las dos últimas décadas ha alcanzado un desarrollo más sofisticado en su aplicación, tanto en la banca como en la industria automotriz y defensa. En este último ámbito, la IA cuenta ya con armas automáticas indetenibles, que pueden destruir con precisión los objetivos propuestos.
Uno de los dispositivos más sofisticados de la IA, es el chatbot Chat GPT (Transformador Generativo Preentrenado), desarrollado por la empresa Open AI fundada por Sam Altman que, junto con Microsoft, sumaron recursos para construir un espacio virtual de investigación sobre la IA.
El Chat GPT se ha expandido por todo el mundo con una velocidad impresionante, alcanzando más de 100 millones de usuarios solo dos meses después de su lanzamiento. Su estructura de aprendizaje está compuesta por un subconjunto del automático, se basa en modelos lingüísticos, capaz de generar respuestas similares a las humanas. Los dilemas que plantea la IA, sin duda, son complejos.
Noam Chomsky (2023) se pregunta: ¿es probable que se conciban programas que superen las capacidades humanas? Afirma que es posible. Pone como ejemplo la calculadora de un ordenador que puede superar con creces lo que hacen los humanos. El caso de sistemas cerrados como el ajedrez, que apareció hace años que un programa podría derrotar a un maestro que juega con un límite de memoria y tiempo.
por su parte Edgar Morin (2010), en La mente bien ordenadasostiene que la inteligencia que no haga otra cosa que separar la complejidad del mundo en fragmentos desunidos, fracciona los problemas, unidemensionaliza lo multidimensional y atrofia las posibilidades de comprensión y reflexión.
¿Cuales son los alcances de la IA?
En el ámbito educativo el Chat GPT se está aplicando en diferentes funciones de la educación superior: en la enseñanza y aprendizaje, investigación, gestión y vinculación con la comunidad. El Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe de la UNESCO, publicó La Guía de inicio rápido del Chat GTP que ofrece una visión general de su funcionamiento y explica cómo se puede utilizar. La guía plantea algunos de los principales desafíos e implicaciones éticas y ofrece medidas prácticas que las instituciones de educación superior pueden adoptar.
Con la inteligencia artificial y el Chat GTP estamos entrando al umbral de una nueva etapa en el acceso y procesamiento de la información para generar conocimientos, de magnitud inimaginable.
¿Las Instituciones de Educación Superior y los Centros de Investigación Pública están preparados para salvar la integridad académica? ¿Cuáles son las limitaciones y alcances de la IA?