En fondos de renta fija, la rentabilidad media de su historia reciente no sirve para estimar el retorno futuro. Y por reciente no me refiero solo a 2022, sino a los últimos cinco y diez años. Si nos retrotraemos 15 años, nos encontraríamos en 2008, comenzando la gran crisis financiera. Los bancos centrales intervinieron bajando tipos y con una expansión monetaria extraordinaria. Cuando empezaban a reducirla llego el Covid. Superada la pandemia, sufrimos una inflación pertinaz que ha provocado una rápida y considerable subida de tipos. Así pues, en este particular quindenio, cada uno de los tres quinquenios que lo componen ha beneficiado o perjudicado a distintos tipos de bonos, en función de su plazo, calidad crediticia, divisa y mercado. Mientras que en renta variable los índices más rentables (S&P 500 y Nasdaq) se anuncian estables cada quinquenio, en renta fija no ocurriría lo mismo. Hasta 2013, el más rentable, dentro de los índices de grandes emisiones, fue el de bonos del Tesoro americano de largo plazo. Sin embargo, en los últimos cinco años, este mismo indicador es el peor retorno acumulado.
El histórico reciente de los índices de renta fija podría confundir al inversor ¿Qué referencias o parámetros deberían seguir para mis fondos de renta fija de cara al futuro? Si le preguntas a Chat GPT qué índices de renta fija son los mejores para invertir te responde:
“Algunos de los índices más comúnmente replicados en fondos de renta fija incluyen:
• Bloomberg Global Aggregate Bond Index: Este índice incluye bonos gubernamentales y corporativos de todo el mundo.
• Barclays US Treasury Index: Este índice incluye bonos emitidos por el Tesoro de EE. UU. UU.
• Barclays Euro Treasury Bond Index: Este índice incluye bonos emitidos por el Tesoro europeo.
• JP Morgan EMBI Global Diversified Index: Este índice incluye bonos emitidos por gobiernos de mercados emergentes.”
Parece que esta inteligencia artificial está programada para responder siempre, aunque no sea exactamente a lo que le preguntas. En este caso contesta con los que se replican habitualmente, obviando la debida advertencia de que la mejor referencia surgirá del plazo y objetivo de cada inversor en particular.
Voy a tratar de enumerar algunos de los inconvenientes para que un inversor no replique profesional, o use como referencia principal, cualquiera de los cuatro índices que nombra Chat GPT.
El primer índice citado agrega las mayores emisiones mundiales y Bloomberg lo define como el buque insignia para medir el comportamiento de la deuda global de alta calidad. Sin duda, es un buen indicador si lo que queremos medir es el comportamiento de las emisiones mayores, pero quizás no es donde deba invertir cualquier inversor, sobre todo si no conoce su composición y cómo evoluciona a lo largo del tiempo.
El segundo índice son las principales emisiones del Tesoro americano y el tercero las mayores de los Gobiernos de la zona euro. Del último hablaré en otra ocasión porque la deuda emergente requiere su propio espacio.
La primera dificultad para un inversor particular es la falta de estabilidad en el vencimiento medio de los tres primeros índices. Los emisores han ido aumentando el plazo de las emisiones en estos 15 años a medida que se reduce la rentabilidad que se les exige. De este modo, lo que era bueno para el emisor, que se aseguraba pagar tipos históricamente bajos, algunos gobiernos incluso por debajo de la inflación durante un largo tiempo, era malo para el inversor, que iba asumiendo cada vez mayor riesgo de duración (sensibilidad a subida de tipos) con menor remuneración. Y en el momento en que los índices tenían mayor plazo, llegaron las bruscas subidas de 2022. Hay fondos de bonos que sufrieron menos pérdidas ese año que cualquiera de estos índices, al tener un vencimiento medio muy inferior.
Otro inconveniente de los dos primeros es que la divisa de emisión no es euro y aunque lo aconsejable en renta fija es cubrir el riesgo divisa, eso conlleva un coste adicional que para el futuro es difícil de estimar. El coste de cobertura a euros va variando con el cambio en las diferencias de tipos de las divisas. Es dificil estimar de cara al futuro. En el Global Aggregate no sólo hay que cubrir dólar, que es lo que nos resulta más familiar, también hay yenes, libras, renminbis, etc.
El índice de deuda gubernamental de la zona euro no tiene riesgo de divisa, pero también ha advertido su duración en estos quince años y acumula, en los últimos cinco, una rentabilidad negativa de doble dígito. Hay que tener en cuenta que la composición va variando por países en función del tamaño de las emisiones. Ahora incluye deuda francesa, alemana, italiana, española y en menor medida el resto de los países. La rentabilidad media a vencimiento (TIR) de la composición agregada actual está muy cerca del 3% y su vencimiento medio es de casi 9 años.
Si esperan de nuevo otra gran crisis financiera que lleve los tipos a mínimos, comprenda fondos de deuda gubernamental a largo plazo. Si por el contrario piensa que los tipos pueden subir más, no invierta en fondos cuyas referencias sean las que menciona la IA. Si no lo tiene claro y se conforma con algo menos del 3% para una parte conservadora de fondos, está de suerte, no se tiene que complicar, puede invertir en dinero y ya irá traspasando cuando se estabilice el mercado o lo vea con más claridad .
Marta Díaz-Bajo es director de soluciones de inversión de Atl Capital
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