Saltar al contenido

Profesionales y maquinas, ‘amigos’ complementarios

11 de junio de 2023

maquinas amigas tituló su charla Macarena Estévez, socia emérita de Análisis de Datos e IA en Deloitte, quien ofreció su enfoque sobre la tendencia en inteligencia artificial y su impactoo actual y de cara al futuro, especialmente en las empresas. De su discurso se desprende que el resultado de años de experimentación tecnológica nos acerca, cada vez más, a una “singularidad tecnológica”.

Estévez comenzó su disertación con una pregunta “muy sencilla” sobre la empresa Euskaltel a Chat GPT para demostrar que “es un modelo sencillo de probabilidad, no es inteligencia pero tiene millones de cerebros a toda velocidad mientras que yo tengo un cerebro lento”. Partiendo de esta premisa, dirigió la atención de la audiencia hacia una cuestión que calificó de “importantísima”: “¿Hacia dónde vamos?” A este respecto precisó que “la tecnología ha avanzado a una velocidad acelerada y la curva de la automatización de las tareas expresa cómo poco a poco vamos a ir confiando y delegando más en las máquinas, y las nuevas generaciones aún más”.

Para la socia emérita en Deloitte, la buena noticia es que a medida que las máquinas vayan tomando más protagonismo y nosotros vayamos trabajando más a gusto con ellas y delegando más en ellas dejarán de estar tan saturados y recuperaremos la vida que usarán hace unos años. “La clave es la confianza”, aseguró.

En relación con la inteligencia artificial (IA) diferencia dos tipos. «La AI industrial, con las máquinas y procesos, que no se equivoca una vez desarrollada e implementada. Y la IA que pone a trabajar con los seres humanos. Pero los humanos somos erráticos y al trabajar con cada uno de los errores y de las maneras libres que tiene el ser humano, no funciona tan bien”.

Recomendado:  Jaron Lanier, gurú de la tecnología: "El peligro no es que la IA nos destruya. Es que nos vuelva locos".

Desde el punto de vista empresarial, mirando al futuro argumentó que “en el centro de las empresas tienen que estar las maquinas conectadas entre sipara dar esa dimensión y velocidad del dato, porque son capaces de trabajar con millones de datos de cualquier tipo”. Los humanos quedarían en lo relativo a la definición de la estrategia de la compañía, de precios, recursos humanos, talento, financiera… “Por supuesto, innovando, creandopero sobre todo vamos a tener mucho trabajo para controlar lo que hacen las maquinas”, vislumbraron.

Riesgos

Al abordar la IA generativaa, recalcó que entraña riesgos. Aparte de la cuestión de la confidencialidadel tema de la seguridad. Con rotundidad, aclaró que “las personas podemos enseñar a la IA artificial, porque nosotros la gobernamos. El problema sigue siendo que buenas caen en manos de quienes no tienen intenciones”.

En cualquier caso, Estévez tiene claro que “las nunca máquinas nos van a sustituir a los humanos” y para demostrarlo aludió a un argumento matemático. “Las máquinas pueden generar un algoritmo de aleatoriedad. Y el humano es un ser caótico, que no es lo mismo que ocasionalmente. Las máquinas nunca van a ser capaces de reemplazar el caos de cada uno de nosotros. Estas aprenden de datos y nosotros los humanos, de experiencias. No es lo mismo. Ellas hacen tareas, nosotros somos inteligentes”, apuntó.

Asi las cosas, puso en valor el saber escuchara quien les plantea un problema en el caso de los analistas. “Las máquinas no tienen esa manera de escuchar. Nosotros cuando vemos las cosas dibujadas nos generamos intuiciones, conocimiento, aprendemos… y eso tampoco lo tiene la máquina”. Además, a favor del ser humano ensalza la capacidad de pensar: “El pensamiento es nuestro gran poder”.

Recomendado:  Sima Knowledge: El “Alexa” educativo chileno que conquistó Israel y capitales japoneses

Esta reflexión le conduce a plantear que los profesionales del futuro van a tener una relacion estrecha con las maquinas y eso les va a llevar a ser más inteligentes. Asimismo, expresa que esa delegación en la máquina “va a traer paz en nuestras vidas con unas máquinas en las que confiaremos porque las controlaremos y porque nunca serán exactamente como nosotros”.

En suma, concluyó que “los profesionales del futuro serán los grandes garantes, muy amigos de las maquinascon más capacidades y evolucionando como especie complementados con ellaspero… a lo mejor, llegado el momento, incapaces”, considerando el peligro de que algún día las máquinas se paren.

Mirada al futuro

Macarena Estévez asegura que hay que mirar hacia el futuro con los ojos de las generaciones venideraspara poder descubrir como esto puede influir en nuestras decisiones Presentes. “No con nuestros ojos, ni con nuestra experiencia de vida y nuestras limitaciones, sino con los ojos de los niños que todavía no han nacido, de los que nacerán en el año 2030/ 2040, en un mundo al que yo le voy a abrir la puerta. Abrimos puertas a mundos que ellos vivirán de una manera diferente, a su manera, con sus parámetros”, manifestó.