Es un día soleado. Cuando sales a trabajar, tu teléfono suena. Es un mensaje prioritario que le dice que ha habido una nube que estalló muy lejos río arriba, lo que provocó que el agua fluyera por el río, por lo demás tímido, que atraviesa su ciudad.
Haces clic en el enlace correspondiente y se abre un mapa que te muestra qué parte de tu ciudad vadearán «x» pies de agua en tres horas. Estará a la altura de la cintura en su casa, pero toda la planta baja de la escuela de su hija estará sumergida. Puede rastrear su ubicación en vivo en el campo de juego de la escuela. También ve la ubicación de su esposo en otra parte de la ciudad.
Se abre un procedimiento operativo estándar en la pantalla de su teléfono. Mensaje de la sala de emergencias de la escuela que dice que los niños serán evacuados al gimnasio del tercer piso en 20 minutos y que habrá comida, agua y primeros auxilios en su lugar. La pantalla traza los caminos más altos para que usted y su esposo lleguen a un punto de encuentro seguro. Una pantalla emergente le indica que elija su bolsa de transporte, una bolsa de evacuación de emergencia lista que ya había colocado cerca de su zapatero.
Las instrucciones parpadean en su pantalla indicándole qué hacer antes de irse, como apagar la red eléctrica y el suministro de gas, mover tres objetos de valor medianos previamente identificados al piso superior y llevar siete objetos de valor pequeños con usted. Al final, todo sale bien. Cuando el agua retrocede después de 16 horas, todos están a salvo y las pérdidas han sido menores.
El mismo sistema había informado a la policía local, bomberos y equipos médicos y toda la ciudad respondió a la emergencia con gran eficacia. La fuerza de Defensa Civil entró en acción y, con la ayuda de ONG locales, las personas que viven en las zonas bajas y de bajos ingresos de su ciudad podrían ser informadas y evacuadas de manera similar a lugares seguros y salvar sus valiosas pertenencias.
Tecnología con propósito
¿Suena a ciencia ficción? Bueno, estos procesos ya se están probando en el país y estarán en funcionamiento en sus teléfonos celulares en los próximos años. Los datos necesarios para tales acciones ya están disponibles gratuitamente, principalmente en el dominio público.
La tecnología para habilitar todo esto también está aquí, y parte de ella está en su teléfono existente, ya sea en el dispositivo o en el software en la nube que ejecuta sus servicios de forma remota. El mundo de la ciencia de datos lo llama «inteligencia artificial» o IA.
Lo experimenta a menudo cuando se maravilla de cómo su teléfono le indica la mejor ruta a seguir y luego la cambia a la mitad debido a las situaciones cambiantes del tráfico. También es lo que a menudo te muestra cosas en las que estás pensando, sin que lo pidas.
Como cualquier tecnología en el mundo, el impacto final de la IA dependerá del propósito al que se aplique. Existe preocupación sobre cómo puede impedir la privacidad, las elecciones y la gobernanza corruptas, y las guerras de poder y el terror.
Al mismo tiempo, cuando esté en las manos adecuadas y se haga un buen uso, nos protegerá a nosotros y a nuestros niños de los riesgos de desastres y de las violaciones de la privacidad, garantizará la transparencia y la eficiencia en la gobernanza y hará que el mundo sea más verde, más justo y más pacífico.
Basándose en el concepto de tecnología para el bien, la IA para la acción humanitaria implica un conjunto de iniciativas de advertencias y avisos de desastres hiperlocales como un paso importante para construir un mundo justo y seguro.
Los mapas e imágenes de alta resolución disponibles de forma gratuita son un recurso con el que las familias de las zonas bajas pueden conocer las inminentes inundaciones o tormentas, y con precisión y rapidez como nunca antes. Dicho sistema es lo suficientemente potente como para convertir la velocidad de un ciclón entrante, o los cusecs (pies cúbicos por segundo) del flujo de agua entrante en un río, en información precisa sobre cuándo y cuánto se verá afectada una casa en particular.
Dado el material de construcción y la tecnología del edificio, se puede estimar qué tipo de daño se causará y, en consecuencia, el sistema brindará consejos sobre cuándo evacuar, adónde dirigirse, qué llevar y a quién contactar para obtener apoyo.
A largo plazo, también asesorará sobre cómo prepararse para tal eventualidad y cómo fortalecer los edificios y la infraestructura para evitar pérdidas futuras.
Estos modelos ya se están probando para detectar inundaciones y ciclones, y pronto cubrirán otros peligros, como olas de calor, terremotos, epidemias e incendios. No hace falta decir que el éxito de la IA para tales aplicaciones depende del ingenio humano que las diseña, informa y opera.
Este es solo el comienzo. La década de 2020-30 verá nuestros estilos de vida experimentar un cambio verdaderamente transformador. Combinado con velocidades de datos 5G, mayor cobertura de Internet, niveles de educación cada vez mayores, infraestructura mejorada, gobiernos locales mejor dotados y equipados, y una sociedad civil consciente y activa, una mayor evolución de esta ciencia hará que las vidas sean mucho más seguras de lo que son hoy.
Bienvenido al futuro. ¡Finalmente está aquí!
(Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresados en este artículo son los del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de YourStory).